Takatak Bar, desde Rusia con Amor
TAKATAK BAR, bistro bar con cocina internacional.
Cuando abren un local nuevo en tu ciudad y escuchas buenas críticas sobre él, te pica el gusanillo y te corroe la curiosidad por ver que se cuece entre bambalinas. Por un momento te sientes como Hannibal, del equipo A, pensando y esperando que todo va a ir fenomenal, ya que te encantan que todos los planes salgan bien.
Tras varios meses de apertura en San Sebastián del restaurante Takatak nos decidimos a probar esa nueva cocina que se nos ofrece en la ciudad de mano de un chef ruso llamado Dmitrii Modestov, que se ha curtido y rodeado de casas como la de Albert Adriá, Bittor Arginzoniz o el mismísimo Arzak . Nosotros de la cocina rusa conocemos bien poquito, vamos que nos veríamos en la misma tesitura de aquella modelo en el certamen de Miss España a la cual le pregunto un miembro del jurado, qué sabia de su país (el cual era Rusia), nosotros hubiéramos respondido espontáneamente la Ensaladilla!!!
El Takatak Bar es un local con un diseño nuevo, fresco, con aires neoyorkinos pero sin el Empire State delante, aunque tiene la playa de la Concha a escasos pasos, que eso nos parece mucho mejor que el trajín de la gran manzana. Vajilla bien cuidada, cocina abierta y una iluminación estudiada es lo que te encontraras en este local en un parte del recibidor del antológico hotel Orly.
Es sábado por la noche y nos presentamos en la puerta del Takatak sin reserva previa, elegimos mesa y nos presentan la carta donde vemos que disponían de un menú por importe de 45e que nos pareció algo caro ya que incluía un primero, un segundo y un postre, los cuales podríamos acompañar con una copa de vino incluida en el precio. Nos pareció un precio algo exagerado para lo que nos ofrecían, con lo que optamos por compartir y probar varios de sus platos.
Nuestro primer sofocón fue cuando vimos que no tenían unas de las especialidades de la casa; su famosa Ensaladilla Rusa de codorniz!!!No podíamos dar crédito, es como si a Albano le quitas a Romina, como si a Charles Chaplin le quitas su bigote, nos quedamos tan fríos como si en ese preciso momento estuviéramos en la plaza roja de Moscú en pleno 8 de Enero.
Pasamos el disgusto jugando con las famosas matriohskas que decoran las mesas, que dicho sea de paso son muy monas, mientras llegaba el Carpaccio de Salmón que fue el mejor plato de nuestra velada.
No nos creemos unas personas con una mente cerrada, ni le ponemos diques al mar a la hora de probar cosas nuevas, de hecho nos encanta que nos sorprendan, pero el rillette de pato, con encurtidos y mousse de pera aun lo estamos intentando asimilar, creemos que la sucesión de Fibonazzi podríamos descifrarla antes que este sencillo pero complejo plato a su vez. Trigonometría abstracta suponemos.
Para finalizar nos decidimos por el plato “Mar y Montaña” y aun sin tener la silkepil a mano como decía el anuncio nos tiramos a la piscina pensando que sería un trampantojo en toda regla, ya que la camarera quizás en un afán de hacernos sentir cómodos o en un arrebato de algún extracto del Club de la Comedia, nos comentó que ese plato consistía en las sobras que tenía el cheff. Nada más lejos de la realidad ya que el plato consistía en unos buenos txipis, chorizo y garbanzos…como concepto de producto de tierra y mar, no está mal pero vamos que nos dejo a falta de algún buen chupito de vodka para remontarlo.
Sabéis que somos muy golosones y nunca perdonamos los postres pero estábamos tan aturdidos que no pudimos degustar ninguno de ellos.
No sabemos si el día que asistimos al Takatak fue como una mala tarde a la usanza de Curro Romero en la Maestranza, pero desde luego nuestra experiencia y primer contacto tuvo más sombras que luces ya que el precio nos pareció excesivo y la variedad en la carta algo decepcionante.
Nos invade una enorme pena no haber podido probar uno de sus platos fetiche y seña de identidad, que en nuestra humilde opinión no puede faltar en un restaurante.
TAKATAK BAR
Plaza Zaragoza, 4
SAN SEBASTIAN
Juan arocena
Habrá que visitarlo
EmulsiónGourmet
Buenas tardes Juan, deseando que lo visite y nos de su opinión. Esperemos que pueda probar su ensaladilla rusa.