Ruta por el Barrio Húmedo de León

Ruta por el «Barrio Húmedo» de Leon, turismo, cecina y mucho más.

 

Hoy vamos a hablar del barrio húmedo de León y seguro que podemos hacer mil conjeturas sobre “EL HÚMEDO”. ¿Qué pasa, que está siempre lloviendo? ¿La gente va piripi de tanto vinito? Como os imaginaréis, hay muchas teorías sobre ello, pero dicen, que el vino llegaba en grandes cubas y se trasegaba a la taberna en cuestión causando derrames por todas las calles. El vino no se evapora como el agua, por lo que imaginamos que en las callejuelas de León, nos encontraríamos con una sensación de humedad elevada.

 

Después de esta breve introducción, ya que León es una zona magnífica para hacer una escapada llena de locales donde deleitar nuestro paladar y además, a un precio que no hará daño a nuestro bolsillo, os proponemos una ruta por estas calles del Casco Antiguo. ¡Ojo! No encontraréis indicaciones ni señales hacia qué dirección ir.

 

El primer local antes de meternos de lleno en las míticas callejuelas, es LA PULPERÍA en la Calle Castañones Nº1 donde encontramos uno de nuestros manjares: las coquinas que ya hemos hablado anteriormente en otros posts. Además, para nuestra grata sorpresa nos plantan un espectacular salpicón de pulpo. ¿Se habrán confundido? ¿Si no hemos pedido esa pedazo de ración? ¡No! Señores y señoras, no estamos en San Sebastián, donde es una lotería encontrar un bar donde tengan ese detalle, todavía ni hemos empezado, pero ya amamos León, los leoneses y todo lo que ello conlleva. Calentamos motores y metemos la primera hacia la muchedumbre, la Plaza San Martín nos espera.

 

Primer bar que recomendamos es la BICHA, aunque las colas son peor que las de un check-in del aeropuerto, los ruidos de nuestros estómagos se oyen en la redonda, por lo que tiramos la toalla, nos puede el hambre. Simplemente recomendaros la morcilla de la Bicha, uno de los imprescindibles que repetiremos en nuestra siguiente escapada.

 

El siguiente bar es LA NORIA, pedimos unos vermuts y de tapa te dan para elegir entre miles de opciones que por supuesto están incluidas en el precio de la bebida. Lo queremos todo, ya lo sabéis, nunca nos conformamos. Pedimos tigres, croquetas de chipirón y cecina con queso. ¡Hoy la casa por la ventana!

 

Tercer bar el mítico REBOTE con sus croquetas de chocolate, desde luego, que es lo primero que pensamos al ver a la gente comer, pero es una bechamel suave, fina, muy trabajada de morcilla, qué sabores, quedamos encantados.

 

Empezamos a notar la alegría, las tapas muy ricas y lo más curioso el bote ni con el REBOTE anterior se termina, así que nos dirigimos al siguiente bar: COMEDORES RACIMO DE ORO, pedimos unas cervecitas, cortos como allí se denominan y nos sacan un platazo de albóndigas que casi es imposible de terminar. Son unas bolas bien grandes con una salsita de tomate y con muchas patatas fritas.

 

Ultimo destino de la ruta del tapeo es el BAR EL POTE, aunque lo del último para nosotros es totalmente un mito… Pedimos unos champiñones con patatas panaderas que fueron correctos, pero no de lo que más nos entusiasmó, así que nos fuimos a contemplar las vistas desde el Hotel Conde Luna, en la conocida Azotea NiMú de todo León para grabarlo en nuestra retina y tomar unos digestivos en condiciones.

 

Para terminar con este post, es importante recalcar que la verdadera humedad siempre la llevamos por dentro y que en león cada bar tiene una identidad única que nos dejará una huella especial.

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