ARREA, Restaurante
ARREA, UN NUEVO CONCEPTO GASTRONÓMICO
A Edorta Lamo ya le conocemos por Donosti-San Sebastián con su bar en el corazón de la Parte Vieja A Fuego Negro, pero esta vez venimos a hablaros de un concepto peculiar, la necesidad profesional de cocinar de manera diferente y además reivindicar sus propias raíces.
En nuestra opinión, una experiencia muy personal, muy original y que quedará en nuestro recuerdo grabado a fuego, nunca mejor dicho.
Edorta lleva toda la vida mamando la historia de sus abuelos, pero para poner en marcha ARREA, ha llevado a cabo 4 años de estudios en profundidad, tras los cuales se ha empapado de la cultura, la historia y los productores de la zona, ya que son factores a tener muy en cuenta en este nuevo concepto.
Una cultura de supervivencia ligada a la montaña de una manera gastronómica.
ARREA, situado en Santa Cruz de Campezo, montaña alavesa, dispone por una parte de la barra, la cual deja al descubierto la cocina y donde se pueden degustar diferentes pintxos y raciones.
Otro de los espacios significativos es la kuadra con carta y entre semana al mediodía el menú del día (puchero del día, segundo y postre) y por último, el comedor, más sofisticado y acogedor donde la madera está muy presente y cuenta con una gran cristalera hacia el patio donde se ofrecen todos los mediodías el Menú Mendialdea (menú de mercado con 2 entrantes, puchero, medias raciones de carne y pescado y postre) y entre semana con previa reserva el menú Arrea, el que nosotros pedimos y os vamos a detallar, un festival para los sentidos.
El furtivismo, el culto a la tierra, el hambre, la artesanía …son conceptos fundamentales para entender este menú.
Comenzamos el pase con un clasicorro pero adaptado, una gilda de paloma semicurada que se conserva en aceite de antxoa y sino te lo cuentan parece la gilda tradicional de toda la vida. Seguimos con unos embutidos muy curiosos que hacen con la ayuda de un matadero de caza de Murieta para elegir las piezas femeninas y más grandes que proporcionan la mayor filtración de grasa.
A continuación la lechuga Martina con tapaculos y carbón, el mejor bocado verde que hemos probado en nuestra vida y no estamos exagerando, no sale la lechuga tapada, se llama así en honor a una mujer que conservó las semillas. Y como último de los entrantes una malviz con un fruto que aportaba la vitamina C a los que Vivían en la montaña.
Como podéis observar, son sabores, especiales, no comunes, que te pueden encantar o los puedes aborrecer, a nosotros nos encantó todas las combinaciones.
Los platos fuertes no os vamos a detallar en profundidad ya que queremos que os entren ganas de ir, de descubrir la montaña, de dejaros llevar a un mundo desconocido, con una gastronomía amplísima y maravillosa, en el que solo os contagiéis de una cultura tan asombrante y sorprendente.
Los pases fueron los siguientes: varias partes del cordero que en la vida pensábamos que probaríamos, alevín de trucha de la piscifactoría de Campezo con una mayonesa de jamón y la trucha del pantano de Yesa asalmonada con un pil pil de río, que te lo comes de un bocado, varios platos relacionados con la perdiz, trufa con pella que es la coliflor y una patata trufada con huevos de codorniz trufada y más trufa (plato estrella sin duda), una rillete de paloma que se cuece la carne de la paloma con berrubiote, fruta del madroño y una castaña de paté de paloma que va acompañado de un consomé. Para finalizar, uno de nuestros tops, el jabalí. Lo primero que se quita en las matanzas son los corazones, los marinan con los pimientos chorizeros y va con una especie de mostaza a la brasa, maravilloso y el jarrete de toda la vida cocido a baja temperatura.
Los postxes como ellos les llaman fueron acompañados de unos Gin Tonics en el patio, temperatura ideal, compañía perfecta, endulzarnos la vida, compartir … no vemos mejor manera de terminar la experiencia que con una pera de invierno de la zona con la bebida típica del pueblo, zurrakapote pero de remolatxa, aranés, leche y miel de la Mendialdea y unas pastitas dulces riquísimas.
Os recomendamos acercaros un finde de semana, disfrutar de unos paseos, de esa tierra tan especial y por supuesto de acercaros al ARREA a compartir cualquiera de sus menús, no defrauda.
ARREA! Restaurante
Subida al Frontón 46, Campezo
ALAVA
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