Aramako Ostatua, un vegetariano entre queso de Idiazabal
Aramako Ostatua, cocina saludable con vistas al Txindoki.
Hoy nos desplazamos a la pequeña localidad de Arama situada en el Goierri Gipuzkoano, cuna del queso de Idiazábal. Pero no solo de queso vive el hombre, y por ello os vamos a descubrir el Ostatu de Arama.
Algunos os preguntareis donde esta Arama. Nosotros nos hacíamos la misma pregunta hasta que un joven pelotari llamado Iker Irribarria en el año 2016 ganó el campeonato manomanista y nos puso Arama en el mapa. Nosotros no somos grandes entendidos de pelota aunque si aficionados y sobre todo de los gintonic en el frontón.
Los “ostatus” son las posadas de los pueblos siendo el centro neurálgico de los mismos. Allí puedes tomar una buena salda, mantener una conversación o refugiarte del frío. Poco a poco estos ostatus se están referenciando como grandes centros culinarios de hostelería, os animamos a visitarlos, no solo el de Arama.
Con la cercanía del afamado Mercado de Ordizia donde cada miércoles puedes encontrar la majestuosidad, diversidad de los mejores productos de la zona. Las verduras, hortalizas y frutas dan vida y colorido al mercado donde encontrar los mejores productos de la zona y degustar sus afamados quesos.
Por ello, no es de extrañar que el Aramako Ostatua posea una carta donde sobresalen sobretodo los platos vegetarianos y veganos. No hay que alarmarse porque también tienen cabida la pasta fresca y para los carnívoros como nosotros, el entrecot dejándose ver entre tanto verde. Si lo prefieres también disponen de ensaladas, que conviven con los platos combinados y bocadillos.
Después de darnos un paseo por las faldas del Txindoki, decidimos hacer parada y fonda en el Ostatu de Arama y optamos por degustar algunos de sus platos del menu del dia. Como el sol estaba recargando nuestros cuerpos de vitamina D, decidimos sentarnos en la terraza, aunque si el tiempo no acompañada que sepáis que tiene un coqueto comedor. Una enorme pizarra te marca con diferentes colores y dibujos si los platos son veganos, sin gluten, etc…lo cual es de agradecer.
Nos decidimos por una pasta con berenjena y sésamo, parecía que estabas comiendo una moussaka griega mezclada con espaguetis que nos estaba transportando a la bella Santorini sin pasar por el crucero de turno. Un fino hojaldre de puerros y champiñones, fue la sorpresa de la velada, porque en su sencillez estaba su exquisitez. Para los segundos, nos decantamos por un pollo al curry, que estaba “currycioso” la verdad. Gran explosión de sabor, se ve que las especias y la verdura conviven de la mano en Arama. Unas verduras a la plancha con un jurel en su punto fue el pescado que comimos para rematar nuestro menú antes de atacar a una tarta de queso casero con esa galleta bien crujiente y que tanto nos seduce.
Os recomendamos una visita a Arama, disfrutar de su Ostatu y si lo queréis rematar con algo de deporte, podéis hacer uso del enorme frontón donde se forjó nuestro campeón o dar un paseo por los alrededores y abrir apetito.
Arama Plaza 1
ARAMA
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