El Perro y la Galleta
Restaurante El Perro y la Galleta, hasta tu mascota disfrutara de su variada carta internacional..
Todos los que nos conocéis sabéis que nos encanta viajar, nos encanta innovar y nos encantan los animales. Madrid, la capital de España, es una de esas ciudades en las que te puedes perder durante horas en su gran variedad de sitios, es una inmersión total en el mundo de la gastronomía. Por lo que hoy vamos a salir un poco de nuestro querido País Vasco para hablar de un sitio único, auténtico y original.
El Perro y la Galleta es un restaurante sito en la Calle Claudio Coello y como diría Coelho, las cosas simples son las más extraordinarias y solo algunos pocos consiguen verlas, desde luego que en este restaurante hacen que lo simple sea extraordinario. Además, tenemos el parque del Retiro por lo que podemos aprovechar para darnos un respiro del bullicio de la ciudad.
El local es como entrar en una mansión francesa, en madera con muchos libros, un mobiliario sofisticado y cuadros de perros y figuras por todos los lados. Por supuesto tu perro es bienvenido, y le trataran como a uno más, una galletita de bienvenida y su cuenco de agua le estarán esperando. La atención es excelente, los camareros son profesionales, atentos y muy cariñosos. Te sientes como en casa, sin ninguna duda. Está muy iluminado y tiene un aire muy romántico.
La carta también es sencilla, moderna, curiosa y tiene perros dibujados. Nos encontramos con entrantes como: poke bowl de salmón, hummus, jamón ibérico, tartar de tomate y remolacha … Tiene pasta y arroces, carnes como carrillera de ternera con cous cous, presa ibérica, steak tartar y pescados como chipirones, tacos de merluza, los postres …
Nosotros pedimos todo para compartir y nos quedamos con mucha pena de no probar los postres que tenían un pinta deliciosa.
Primero, un aperitivo de crema de champis perfecta. El hummus de pimientos asados con ensalada de berenjena pan de pita, era una ración muy hermosa como para compartir entre 4 por lo que ya notamos la panza pesada, como sugerencia el pan de pita estaba bastante crujiente, creemos que una textura más blanda iría más en sintonía con el plato. El tartar de atún con aguacate fue una fusión brutal, el atún tenía muchísimo sabor y maridaba perfecto con el mango y el jengibre. Como platos calientes pedimos los dumplings de pollo y la milhojas de patatas, huevo y boletus con aceite de trufas y crujiente de jamón. Los dumplings muy crujientes y sabrosos (nos recordaban mucho a nuestra receta) y los huevos muy ricos, aunque nos esperábamos un rascacielos de esos de merengue con la guinda jugoso para mancharnos enteros mientras lo comemos, con los boletus como guinda.
En definitiva, volveremos seguro a probar más platos de su carta y por supuesto, a endulzarnos en una buena merienda o un buen desayuno.
Claudio Coello 1
Madrid
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